Hoy he conocido a la hija de El Padrino, La Alpachina (o debería de decir L'Albergina), sentada sobre su regia butaca de blanco nacarado y a su prima La Corleona, hierática y seria, con un brazo apoyado sobre la antes mentada butaca. Impotencia y odio, vete tu a saber porqué... Hoy no es un PENSAMIENTO, es un HECHO.
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